Miénteme bonito o cuéntame la verdad.

Este país es cutre. Y casposo. Aunque queramos creer que sí, poco ha cambiado desde que José Luis López Vázquez gritaba aquello de «¡que vienen las suecas!». Y en cuestiones políticas no hemos hecho más que empeorar como el mal vino.

El sol sale por el este y los políticos mienten. Eso es así. Son mentirosos profesionales. Pero si usted, estimado político, me va a engañar para que le vote, tenga al menos la consideración de persuadirme con un buen cartel electoral. Miéntame bonito…

Con la tremenda crisis de credibilidad a la que se enfrenta la clase política en este país, no creo que haya colectivo más necesitado de una buena campaña de Marketing y Publicidad. Contratar a una buena agencia cuesta dinero, pero querido amigo, si no dispone de fondos, revise bien su Caja B. Seguro que algo encuentra.

A continuación, le daré algunos consejos básicos (casi de sentido común) de cara a futuras elecciones, porque se trata de atraer al electorado, no de lanzarlo de un patadón a las filas del contrincante.

CONSEJO Nº 1.   VÍSTASE.

No me enseñe cosas que no quiero ver. Transparencia y pornografía no son lo mismo. Puede mostrar su honestidad de muchas maneras sin necesidad de enseñarnos su flacidez y sus vergüenzas. Este cartel además de ser de mal gusto (parece un penoso selfie en un triste cuarto de baño), es una burda y vulgar copia de la campaña de Albert Rivera en 2006. Si usted quiere hacerme creer que votarle es la mejor opción y que su moral no se compra, debe llevar puesto (al menos) unos calzoncillos.

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CONSEJO Nº 2.   YA QUE ESTÁ VESTIDO, NO SE PASE DE INFORMAL. 

Este joven por Algete, quiere dar una imagen desenfadada, de tío enrollado. Lo cierto, es que tiene un sorprendente parecido con el señor que me cambió los neumáticos hace pocas semanas y al que recomendaría si usted necesitara ruedas nuevas, pero no si necesitara un alcalde. Si viene a pedir mi voto, no venga en chándal. Me creeré mejor sus promesas si viste un poco más elegante.

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CONSEJO Nº 3.   TENGA CLARO LO QUE QUIERE TRANSMITIRME.

Ese es el gran reto. Lo que consiguen los carteles electorales en muchos casos, cuando no son planos y aburridos, es confusión. Tenga claro su mensaje y no tenga miedo de ser creativo. Pero no haga como en este cartel de los azules de Salou, al que sólo puedo definir como confuso y grotesco. ¿Cuál de los dos es el candidato? ¿Por qué han puesto a ese tío tan alto por encima de ese otro incauto? ¿Cuál de los dos quiere crecer? ¿el pequeño o el grande? ¿dónde está el brazo derecho del gigantón? Si alguien entiende este cartel, por favor, que me lo explique. Este es uno de esos casos en los que habría pagado por ver al cerebro creativo que diseñó esta obra maestra defendiendo su idea ante el cliente.meloexpliquen1

Normalmente las cosas son más sencillas de lo que parece.

Si usted se viste (con un mínimo de seriedad) y tiene claro qué es lo que quiere transmitir, sólo le queda buscar una buena agencia que plasme su imagen en un cartel original, que se diferencie de los demás colores políticos y que genere curiosidad en el votante. Curiosidad por su persona y por su programa electoral. Sólo con esos simples pasos, ya tiene gran parte del camino recorrido.

Y si aún no cree en la importancia de la creatividad y un buen arte final, le pongo un último ejemplo: ¿a cuál de los dos votaría si se optasen al mismo cargo? Señoría, no hay más preguntas.

psc

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